Integrado por 21 pequeñas islas de origen volcánico de altísimo valor natural, el pequeño archipiélago cuenta con zonas de acceso restringido, lo que permite preservar un ecosistema en el que cohabitan en aguas cálidas delfines y tortugas marinas.

Entre sus increíbles playas, destaca la de Baia do Sancho, considerada entre las mejores del mundo.