Formada en Londres en 1965, Pink Floyd es considerada una de las bandas más influyentes del rock progresivo, con álbumes icónicos como "The Dark Side of the Moon" (1973), "Animals" (1977) y "The Wall" (1979).

David Gilmour, de 78 años, comentó recientemente en una entrevista para Rolling Stone que no estaba interesado en la venta por razones financieras, sino para liberarse de la toma de decisiones y las disputas internas relacionadas con mantener el catálogo activo.

Este acuerdo incluye los derechos de la música grabada y el uso del nombre e imagen de la banda, lo que permitirá a Sony lucrar con ventas de mercancía y futuros proyectos, como posibles programas de televisión o películas.

El trato, sin embargo, no abarca los derechos de composición, que siguen siendo propiedad de los miembros individuales del grupo. Ni Pink Floyd ni Sony han comentado oficialmente sobre el acuerdo hasta ahora.

Esta venta es parte de una tendencia reciente de Sony, que ha adquirido los catálogos de artistas de alto perfil como Bruce Springsteen, Bob Dylan y Queen.