Los sedimentos de las algas son las responsables de los espectaculares tonos que adoptan las aguas de la Laguna Colorada, un lago de sal poco profundo de la reserva nacional de fauna andina Eduardo Abaroa, junto a la frontera chilena.

Centro de anidación de más de 30.000 flamencos suele ser lugar de paso en la ya mítica ruta de San Pedro de Atacama al Salar de Uyuni.