Katy Perry abrió su corazón y compartió lo que la llevó a separarse de Orlando Bloom por un año. La cantante comenzó a salir con su ahora prometido en 2016, pero se distanciaron en 2017 antes de comprometerse en 2019.
Durante su entrevista en el podcast Call Her Daddy, Katy admitió que desde el principio no estaban completamente involucrados. “Él estaba en un momento diferente, acababa de pasar por un período de celibato y tenía sus intenciones claras. Yo venía de una relación anterior y sentía que necesitaba tiempo para mí”, confesó la artista.
Orlando asistió a un retiro en el Instituto Hoffman en California, un lugar diseñado para "reprogramar malos hábitos y reconectar las vías neuronales". Al regresar, Katy notó que él había cambiado, y ella, acostumbrada a la dinámica de "empuje y tirón" en sus relaciones, decidió alejarse. “Estaba acostumbrada a los juegos y el subidón de dopamina que eso me daba”, explicó.
Sin embargo, más adelante, Katy decidió también asistir al mismo retiro, lo que transformó su vida por completo. "Ese proceso me salvó la vida. No estaría aquí sin eso ni sin la meditación", reveló.
La pareja se reconcilió en 2018 y tuvieron a su hija Daisy en 2020. Katy ahora elogia a Orlando por ser su apoyo cuando lo necesita: "Cuando me derrumbo, él sabe cómo ser mi ancla. Siempre he sido muy independiente, pero me di cuenta de que sí necesito ayuda, necesito un compañero."