Gran parte de los casos de transmisión del virus SARS-CoV-2, que causa la covid-19 ocurren en ambientes cerrados en los que se inhalan partículas que contienen el nuevo coronavirus.

La mejor forma de evitar esta transmisión en hogares y oficinas sería impedir la entrada de personas infectadas. Pero esto no es algo fácil, ya que se estima que el 40% de los portadores del virus son asintomáticos.

Las mascarillas pueden evitar la liberación al medio ambiente de esas partículas, pero si la persona infectada está en una habitación cerrada será muy difícil contener totalmente el virus. Una vez que el virus escapa al aire dentro de un edificio tienes dos opciones: hacer que entre aire fresco desde afuera, o extraer el virus del aire que circula en el edificio.

Mantener abiertas las ventanas y puertas es un buen comienzo. Colocar cerca de una ventana un ventilador que sopla hacia el exterior también aumenta considerablemente la circulación de aire.

El espacio cerrado más seguro es aquel en el que aire fresco de afuera constantemente reemplaza el aire de adentro.